C. Andrés Torrico
17 FEB 2019
José Arcadio Buendía fundó Macondo, en la célebre novela Cien años de soledad escrita por el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Lugar que se sostuvo a lo largo del tiempo, principalmente, por el dinamismo del sector primario de su economía, pues, según se cuenta en el libro, era una tierra siempre viva y fértil.
Entonces, Macondo describe fácilmente a todos los pueblos de Latinoamérica que se caracterizan por buscar permanentemente el desarrollo sostenible y resiliente, especialmente, en las zonas rurales. Esto supone que hay dos mundos divididos que hoy en día luchan por unirse: por una parte, el mundo de los científicos, investigadores, académicos y técnicos del desarrollo rural, y por otra parte, el mundo de las mujeres y de los hombres que viven en carne propia dicho desarrollo.
Es así que, actualmente, estudiosos de la agricultura se esfuerzan a diario, para que el conocimiento y la tecnología lleguen hasta las familias productoras, para mejorar su calidad de vida. Juan Carlos Barrientos Fuentes, es uno de esos estudiosos, él es Doctor en Ciencias Agrarias por la Universidad de Bonn, Alemania. Además, trabaja como profesor asociado de la Universidad nacional de Colombia (Bogotá), en la facultad de Agronomía, dentro del Departamento de Gestión y Desarrollo Rural.
¿Cuáles son los principales retos a los cuales se enfrenta el desarrollo rural sostenible?
El desarrollo rural sostenible es un concepto muy amplio que, por ende, abarca muchos aspectos. Sin embargo, dos de los más importantes son la educación y la tecnología. Pues, debemos tener en cuenta que existe un requerimiento constante de materias primas y que los recursos naturales son escasos. Así que los investigadores nos preguntamos cómo conjugar estos factores. En ese punto, la investigación en nuevas tecnologías, métodos, procesos y la educación tienen un papel protagónico.
Sobre el Estado y la sociedad
Barrientos, en el capítulo Una mirada al futuro sobre las reformas de tierras en Bolivia del libro Desarrollo rural y agroalimentario en Bolivia1, señala otro factor importante: “Se recomienda que la reforma agraria se complemente con temas relativos al mercado de factores y productos, sistemas de producción y comercialización, ordenamiento territorial, etc. Esta debe considerar mecanismos de seguimiento y control, y definir seriamente la estructura de tierras y de producción agraria que requiere el país”. En otras palabras, la presencia del Estado también interviene transversalmente a los dos primeros factores mencionados. Por ejemplo, Barrientos menciona un estudio que sistemas de producción agraria que muestra cómo los resguardos indígenas Tamabioy y San Félix del departamento de Putumayo, Colombia, han incrementado su relación con el mercado, en la medida en que su relación con la sociedad se ha intensificado2.
El participante corporativo
Otro aspecto importante, dentro de la fórmula de educación y tecnología sobre Estado y sociedad es también el factor del inversionista, quien demanda, en muchas ocasiones, grandes cantidades de tierra para producir “cultivos comodines” y a su vez ofrece ventajas económicas y sociales.
A Macondo llegó la industria bananera, como un participante corporativo en su desarrollo rural, mas los resultados no fueron positivos para sus habitantes. Es posible que si hubiera existido un Juan C. Barrientos que les hablara de caminos de paz, producción participativa y desarrollo sostenible, Macondo se podría haber convertido en un gran ejemplo de verdadero crecimiento.
¿Dónde debemos poner nuestra atención?
“Debemos unir lo que se requiere en la práctica con la teoría universitaria, debemos llevar el conocimiento”, afirmó Barrientos.
Se deben crear espacios de diálogo de saberes, en los cuales se promueva el intercambio de experiencias, deseos, necesidades y conocimientos. Es importante entender que cada actor juega un rol importante, desde los productores, pasando por los comerciantes o políticos, hasta el consumidor final.
Nuestro reto es construir puentes entre la práctica y la teoría universitaria, debemos llevar el conocimiento a donde sea necesario. En ese sentido, es valioso un trabajo multidisciplinario, donde cada quien pueda aportar, con un granito de arena, desde su área de especialidad.
Referencias
1 Torrico, J. C. & Barrientos, J. C. (2014). Una mirada al futuro sobre las reformas de tierras en Bolivia. En Desarrollo rural y agroalimentario en Bolivia (pp. 224-244). La Paz, Bolivia: IAB.
2 Palacios B. & Vandreé L. (2012). Análisis socioeconómico de los sistemas de producción agraria en los rsguardos indígenas Tamabioy y San Félix de Sibundoy, Putumayo, Tesis de Magister en Ciencias Agrarias. Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia.
Carlos Andrés Torrico Monzón es Director general de Ciudadanía, coeditor de las revistas Cienciagro y Análisis, consultor en Comunicación en el Instituto Agrario Bolivia, colaborador en proyectos para el desarrollo y cambio social y fotógrafo.
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