Andrea Cárdenas Rada
14 FEB 2019
En este último tiempo, con el resurgimiento de las democracias en Latinoamérica, no pueden dejarse de lado los asuntos de género y discriminación hacia la mujer que actualmente se siguen viviendo en nuestro país.
La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia busca reducir la desigualdad, la exclusión y discriminación hacia la mujer. Además, con la promulgación de la Ley 045 Contra el racismo y toda forma de discriminación del 8 octubre de 2009, que prohíbe y sanciona la discriminación por sexo, se establece que el Estado, en el ámbito educativo, implementará procesos de formación y educación en Derechos Humanos y valores, para modificar actitudes y comportamientos fundados en el racismo y la discriminación, para promover el respeto a la diversidad y contrarrestar el sexismo, los prejuicios, los estereotipos y toda práctica de racismo y/o exclusión. Así, también dispone que los medios de comunicación deberán eliminar de sus programaciones lenguajes, expresiones y manifestaciones racistas, xenófobas y discriminatorias, además de difundir la Ley, así como mensajes y contenidos contra la discriminación, medida que aún no es cumplida por todos los medios de comunicación. Sin embargo, contradictoriamente, los contenidos de sus programas y la publicidad siguen reproduciendo roles tradicionales, estereotipos y prejuicios que cosifican la imagen de la mujer y pasan desapercibidos por los propios reguladores de la Ley.
Es conocido que en Bolivia las mujeres ocupan un lugar secundario respecto a los hombres en diferentes áreas laborales. El machismo integral que vive la sociedad hace que las mujeres deban hacer mayores esfuerzos para conseguir los mismos resultados que los hombres.
Si a ello se suma el ingrediente étnico, la situación es aún peor: las mujeres indígenas están en una situación aún más precaria y, cuando la mujer no tiene profesión, la brecha salarial se agranda.
Pero más allá de crear una ley o una norma, es de vital importancia educar a los niños y jóvenes en etapa de formación escolar, erradicando el machismo, para lo cual también necesario concienciar a los educadores y padres y madres de familia mediante foros, charlas y seminarios. El problema es de educación y formación con patrones mediante los cuales uno va creciendo y formándose como persona adulta.
Andrea Cárdenas Rada es abogada y docente universitaria
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