22 JUN 2019 I Opinión
José Manuel Ormachea
Desde partidos “vasallos” hasta gobiernos y candidaturas cooperantes; durante la historia, han existido varias formas de colaboracionismo con los autoritarismos y totalitarismos. Las más extremas, probablemente, se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial, como la Francia de Vichy y los regímenes fascistas pro-Reich de Noruega y Croacia.
Existen formas más sutiles; en Venezuela, Henry Falcón y Javier Bertucci le sirvieron a Nicolás Maduro en las disque “elecciones” 2018 al presentarse como candidatos, desmarcándose del acuerdo opositor de no participar. Estas candidaturas funcionaron para que Maduro argumente a su régimen como una democracia y le sea más complicado a la prensa, la academia y la comunidad internacional el poder tildar a su régimen por lo que realmente es: una dictadura.
En la Rusia actual, varios partidos sirven como “organizaciones títere” que no pretenden ganarle electoralmente a Vladimir Putin, sino que se presentan solo para dividir el voto opositor y legitimar una victoria más del nuevo Zar, como es el caso de Xenia Zobchack, que se presenta en las elecciones de 2018 argumentando que “no tiene intenciones de ganar”, mientras que los líderes opositores con verdaderas oportunidades son atacados tanto por Putin como por sus “satélites”.
Sea el caso de un “acuerdo” intencional entre oficialismo y algunos partidos para dañar electoralmente a la candidatura de Mesa, quien es el único con posibilidades reales de derrotar al MAS según todas las encuestas, ya sean intelectuales tibios frente a la falta de garantías democráticas, ya sean empresarios que solo velan por sus intereses frente a lo que les puede proveer este régimen, ya sea por coincidencia de estrategias electorales, ya sea tácito o expreso, ya sean medios pro-gobierno o medios en favor del anti-mesismo, se puede avizorar un colaboracionismo en más de un flanco y en más de una candidatura de las 7 que saben que, como Zobchack, no van a ganar, pero que pretenden bajarle la mayor cantidad de intención de voto a Comunidad Ciudadana.
¿Qué actitud más colaboracionista con el MAS que insistir con candidaturas que claramente no tienen oportunidad de ganar? ¿Qué se parece más a colaborar con la permanencia del régimen que ser los artífices de la fragmentación el voto opositor por cuarta vez consecutiva (2006-2010-2014-2019)? Si de repente en su discurso el mesismo siempre fue “masismo” ¿Por qué más de un ahora candidato le rogaba la vicepresidencia a Mesa?
Están acostumbrados en 13 años a cohabitar, no a gobernar, es por eso quieren que Mesa no llegue en primera vuelta y/o que no alcance a una segunda. Comunidad Ciudadana no nació para cómodamente cohabitar 13 años más desde una minoría parlamentaria, sino para gobernar.
Más vergonzoso aún si es que ni siquiera sus intenciones fueron pactadas, pues en esta ocasión no pasarían como “pactistas”, sino como tontos útiles. En todo caso, siempre es peor colaborar “sin saber” que colaborar sabiendo.
José Manuel Ormachea es politólogo, activista político, columnista y actualmente vocero nacional de la alianza política Comunidad Ciudadana.
Twitter: @JoseOrmi
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