Oscilando entre “Me lo dijo un pajarito” y “Yo tengo otros datos”: La Era de la Posverdad en América Latina
22 JUN 2019
Luz Paola García Godínez & Verónica A. Lira Ortiz
En televisores, tabletas y teléfonos inteligentes aparece la imagen de un hombre anaranjado alardeando sobre los peligros de la migración, en otros encontramos a un señor cano ‘desmintiendo’ lentamente lo que otros dicen de él, algunos muestran al mandatario de bigote siendo invadido por el espíritu de su predecesor. Desde Alaska hasta Ushuaia, el continente conoce una nueva era: la era de la posverdad.
Nominada como la palabra del año 2016 por el diccionario de Oxford, la posverdad se define [1] como “la distorsión deliberada de una realidad con el fin de modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales, apelando a las emociones, creencias o deseos del público.” El escritor serbio Steve Tesich en 1992 y posteriormente el autor americano Ralph Keyes introdujeron el término al contexto artístico. Pero fue con acontecimientos como el Brexit, la elección presidencial de Donald J. Trump y nuevas tendencias nacionalistas como Marine Le Pen, que el significado de la posverdad se asentó en la política internacional.
Ustedes nos dirán que las distorsiones y las mentiras siempre han existido en la política, sin embargo, la posverdad se desarrolla en un mundo de bombardeo informativo, en el cual existen muchas verdades. La posverdad no es igual a la mentira, más bien hace referencia a esta tendencia de noticias rápidas y falsas. Adicionalmente, en la política de la posverdad se ha demostrado que la confianza reside más en la velocidad de la plataforma de las promesas del gobierno que en la profundidad de los datos. Esta nueva forma de posicionarse en la esfera pública está lejos de ser un fenómeno aislado, y más bien se ha convertido en una estrategia política altamente efectiva.
En esta oleada de tendencias, que parecieran sacadas de un libro de Orwell o Huxley, se han alzado hombres fuertes, quienes han logrado aprovechar el hartazgo de la población para concretar sus fines políticos. El controversial tuitero y presidente del país más poderoso del mundo, Donald J. Trump, se considera [2] el mayor exponente de la política de la posverdad, demostrando una confianza en afirmaciones que se 'sienten verdad' pero no se apoyan en la realidad. Similar a EE.UU., en América Latina – de acuerdo a la estrella de la consultoría política y autor de campañas electorales, Jaime Durán Barba [3] – “el electorado está compuesto por simios con sueños racionales que se movilizan emocionalmente. Las elecciones se ganan polarizando al electorado, sembrando el odio hacia el candidato ajeno (…) El reality show venció a la realidad…”
En otras palabras, nuestra región no se salva de la posverdad. Presentamos el análisis de tres de sus máximos exponentes.
El arañero de Sabaneta y su sucesor
Rodeado por atentas personas en una estancia rural, contó: "Entró un pajarito chiquito y me dio tres vueltas acá arriba, se paró en una viga de madera y empezó a silvar y le silvé, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él.”
Hace veinte años en medio de una Venezuela cargada de hartazgo y crisis económica, un nuevo líder fue electo. Hugo Chávez, prometía un futuro próspero para el país Latinoamericano, el cual necesitaría de una ideología bolivariana con tintes socialistas, sacando por siempre al imperialismo estadounidense. El arañero de Sabaneta – apodado así por ser vendedor de arañas (dulces) cuando era niño – se convirtió en un ejemplo de movilidad social exitosa, logrando crecer en las filas de la política para posteriormente erguirse como el gran salvador de la promesa bolivariana. Sin embargo, con el paso de los años, el discurso anti-neoliberalista de Chávez ocultaba una oscura verdad: Venezuela era cada vez más pobre.
Las llamadas Misiones Boliviarianas [4] instauradas entre 2003 y 2004, redujeron la pobreza extrema en el país sudamericano, pero provocaron también un estancamiento en el desarrollo económico y el bienestar de la clase media, resultando en la nacionalización de los medios de producción y un discurso de odio hacia el extranjero. Con una nueva constitución, un discurso seudo-socialista y un líder enfermo de poder, Venezuela se convirtió en la dictadura latinoamericana del siglo XXI.
En el primer trimestre del 2013, catorce años después de convertirse en presidente de Venezuela y una década posterior a su plan de transformación bolivariana, Hugo Chávez falleció y con ello nació una nueva esperanza para una Venezuela condenada bajo el yugo de un dictador democráticamente electo. El 15 de abril de 2013, la oposición encabezada por Henrique Capriles perdió la elección ante el sucesor de Chávez: Nicolás Maduro. La oposición se negó a reconocer los resultados pero su lucha estaba perdida. A partir de ese momento Maduro se convertiría en una de las figuras políticas más criticadas, ridiculizadas y odiadas a nivel mundial; hasta el día de hoy su gobierno ha estado caracterizado por poner al país en crisis en todos los ángulos: económica, migratoria, política y alimentaria.
De acuerdo con el informe más reciente de la Organización de los Estados Americanos, existen más de 3.4 millones de refugiados venezolanos [5], con la probabilidad que esta cifra aumente en dos millones para finales del 2019. Su presidente no ha hecho mucho para aminorar los pesares de su población, excepto continuar con arcaicos discursos basados en mentiras y apelando al sentimiento de los – aún existentes – seguidores del bolivarismo. Mientras Maduro cena con famosos chefs [6] alrededor del mundo y dice ser invadido por el espíritu del mismísimo Hugo Chávez, muchos venezolanos buscan una salida, ya sea a través de un intervención respaldada por Juan Guaidó (reconocido como presidente legítimo por más de 40 países) o la salida de su patria.
Indudablemente el discurso Chavista, incluso en voz de Maduro, es un claro ejemplo de qué tan lejos puede llegar la posverdad y cuánto se subestima a una población cegada por las palabras. Al día de hoy el chavismo no ha visto su final.
Ya sabes quién y su transformación
Un miércoles por la mañana frente a autoridades y periodistas, dijo: "Yo tengo otros datos y respeto desde luego quienes sostienen que no vamos a alcanzar nuestras metas de crecimiento económico, pero estoy seguro que nos va a ir muy bien.”
Después de doce años en la carrera presidencial de México, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en Jefe del Estado Mexicano. Durante sus diversas campañas electorales, López Obrador construyó sus discursos con la promesa de un México mejor, libre de corrupción e impunidad, en donde todos tendríamos recursos y nuestras industrias nacionales florecerían una vez más. Al día de hoy su discurso ha cambiado muy poco.
Sus primeros meses como mandatario han estado plagados de críticas a sus acciones y a lo que podría ocultar detrás de sus discursos mañaneros. Mientras él vislumbra un México glorioso económicamente, con cifras que apuntan a un crecimiento anual del 4% [7] y estrategias alejadas del multilateralismo, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la OCDE han recortado en diversas ocasiones el pronóstico para el crecimiento económico, alcanzando la cifra de 1.6% anual [8].
Aunado a las cifras discrepantes entre el presidente y organismos internacionales o calificadoras internacionales [9], se espera que durante la administración de López Obrador, se ponga a consulta pública los temas más polémicos de la agenda nacional. Desde su candidatura AMLO se basó en la premisa “el pueblo pone, el pueblo quita” y siguiendo esta lógica, el mandatario podría eximirse de cualquier responsabilidad basándose en el criterio del pueblo sabio, donde predominan las medias verdades que los hechos científicos. ¿Qué podemos hacer como pueblo sabio si nuestro presidente nos miente? Las consultas ciudadanas no tienen carácter vinculante, empero para López Obrador no se necesita un análisis más profundo a manos de expertos, siempre y cuando se tenga el ‘sí’ de una población que piensa con hambre y hartazgo.
El encanto de esta estrategia es que genuinamente parece que el Presidente delega al pueblo los temas que aquejan al país, viviendo una “auténtica democracia”, pero hasta esta forma de democracia tiene sus límites. El Tren Maya es un proyecto prioritario en la plataforma de gobierno, sin embargo la decisión del pueblo quedó rezagada, ya que la consulta sobre el tema no llegó a las comunidades y ejidos que serían directamente impactados. A diferencia de la justificación medio ambiental que llevaría a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), sobre el Tren Maya la Semarnat ha aceptado [10] que desconoce el impacto ambiental de su construcción. ¿Qué tan sabio puede ser realmente el pueblo que asiste a sus mítines sobre este tema o acerca del NAICM o sobre cómo llevar a cabo la política exterior mexicana? Poco, pensamos nosotras.
No sólo son las consultas ciudadanas y los datos disonantes lo que hacen a López Obrador un ícono de la posverdad, sus declaraciones sobre la clase media mexicana y el desprecio a cualquiera que tenga poder, lo ponen en evidencia. En múltiples ocasiones el Presidente de México ha calificado como "fifís" [11] a los periodistas o individuos que se cuestionan su proyecto de nación. Aparentemente para él, aquellos que muestran un ojo crítico están automáticamente en su contra y pertenecen a una clase que sólo busca reprimir al resto de la sociedad (aun cuando esto no sea así). Pareciera que en México, un país donde la movilidad social es prácticamente inalcanzable, tener esperanzas de estabilidad económica o crecimiento profesional, es un pecado. En lugar de ‘mandar el elevador hacia abajo’ para crecer y hacer crecer, éste permanece descompuesto en un sótano.
El Mito y su ultraderecha
Entre hombres blancos y trajeados de azul, agregó: "No podemos dejar que ideologías nefastas destruyan valores y familias. (...) Tenemos el desafío de enfrentar los efectos de la crisis económica, del desempleo récord, de la ideologización de nuestros niños, de la desvirtualización de los derechos humanos, de la deconstrucción de la familia.”
El triunfo de Jair Bolsonaro en la carrera presidencial de Brasil, llega después de una ola de escándalos de corrupción y malas decisiones políticas de sus predecesores: Michel Temer y Dilma Rousseff. El Presidente del país sudamericano no era un extraño a la política y sus declaraciones habían sido siempre controversiales, sin embargo, hacerlas desde la posición de un político en la Cámara es completamente distinta cuando se es Jefe de Estado de uno de las economías más poderosas de la región.
Denominado por varios medios “Trump brasileño”, el mandatario de ultra-derecha no ha suavizado su discurso desde la campaña y no se vislumbra que lo haga durante el resto de su administración. Bolsonaro parece ser un experto en atraer los reflectores con sus propuestas, comentarios y políticas basadas meramente en ideología y no en hechos o posibles beneficios para el pueblo brasileño. Entre su justificación por la tortura [12], su desprecio por la comunidad LGBTQI+ [13], sus comentarios despectivos hacia la mujer y su discurso anti-izquierda – o anticomunista como él lo llama –, el Presidente brasileño se ha convertido en un ávido representante de la cultura posverdad.
El Instituto Brasileño de Geografía Estadística anunció una contracción del 0.2% [14] del PIB de Brasil en el primer trimestre de este 2019, siendo la primera caída desde el 2016. Como respuesta el Presidente Bolsonaro declaró “Yo dije que no entendía de economía, quien entendía hundió a Brasil. Yo confío plenamente en la economía de Paulo Guedes (Ministro de Economía del país).” Sin embargo, de mantenerse esta tendencia, Brasil podría entrar nuevamente en recesión tras dos años del crecimiento limitado pero sostenido. ¿Será que el mandatario brasileño no comprende la recesión que su país vivió antes de su llegada? Es claro que su llegada al poder, en medio de graves crisis económicas y políticas, representa la apuesta del pueblo brasileño por un político que convence al presentar soluciones simples a problemas complejos, especialmente después de innumerables casos de funcionarios corruptos.
A diferencia de sus homólogos en Venezuela y México, el discurso político de Bolsonaro no va dirigido únicamente al pueblo cansado e ignorante, sino a la élite conservadora que busca más recursos y más poder. La narrativa de Bolsonaro busca reducir la violencia con permisos de portación de armas, desarrollar a Brasil fuera de "foros comunistas" u “organismos paternalistas”, la tortura como política de Estado, explotar las riquezas del Amazonas para el crecimiento económico y hacer de Brasil un mejor país relegando los derechos de minorías y mujeres.
Conclusiones
Como una magia hipnotizante, la posverdad se ha convertido en una estrategia de convencimiento, con la cual los políticos atienden sus prioridades sin hacer distinción entre la racionalidad y la emoción del electorado. La llegada de Chávez a Venezuela con el legado que ha dejado en el actual régimen de Maduro; el primer gobierno de izquierda en México anti-fifi que cuenta con “otros datos”; y la ultraderecha nostálgica y despectiva hacia las minorías “que no sabe de economía” en Brasil son los mayores exponentes del ascenso de este nuevo modus de insertarse en la esfera pública en la región.
La política de la posverdad llegó para quedarse o al menos eso parece en el corto-mediano plazo. En México Andrés Manuel gozará de la silla presidencial hasta 2024; El Mito en Brasil concluirá en 2023 con la posibilidad de extenderse con una reelección. Mientras que en Venezuela aún no se vislumbra que se concrete un cambio en sentido contrario a Maduro.
Si bien esta situación se ha convertido en un reto para todas las democracias del mundo, en Latinoamérica se vuelve un tema sensible y pertinente a monitorear debido al pasado dictatorial del Siglo XX. En nuestros países los peores enemigos no están en el extranjero, se encuentran tomando decisiones polémicas, convenciéndonos que en su persona se encuentra el único camino para lograr el cambio que tanto esperamos.
REFERENCIAS
1 Oxford dictionaries (2016). Word of the year 2016. Consultado en: https://languages.oup.com/word-of-the-year/word-of-the-year-2016
2 Amón, R (2016) “Posverdad” la palabra del año. Consultado en: https://elpais.com/internacional/2016/11/16/actualidad/1479316268_308549.html
3 Resumen Latinoamericano (n.d). Argentina. El asesor de Macri, Durán Barba, deja las cosas en claro. Consultado en: http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/10/12/argentina-el-asesor-de-macri-duran-barba-deja-las-cosas-en-claro/
4 Consulado de Venezuela (2010) Misiones Bolivarianas Consultado en: http://www.consuladodevenezuela.es/contenido.php?idNot=221
5 OEA (2019) Informe de la OEA sobre migrantes y refugiados venezolanos: “una crisis sin precedentes en la región”. Consultado en: https://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-009/19
6 Singer, F (2018) El banquete de Maduro en Estambul que indigna a los venezolano. Consultado en: https://elpais.com/internacional/2018/09/18/america/1537231749_772809.html
7 Flores, L (2019). Amlo plantea crecer 4% en sexenio durante PND. Consultado en: https://www.eluniversal.com.mx/cartera/amlo-plantea-crecer-4-en-sexenio-durante-pnd
8 Hernández, L (2019) FMI recorta pronóstico de crecimiento para México en 2019 y 2020. Consultado en: https://www.elfinanciero.com.mx/economia/fmi-recorta-pronostico-de-crecimiento-para-mexico-en-2019-y-2020
9 El Financiero (2019) Fitch recorta la calificación de México. Consultado en: https://www.elfinanciero.com.mx/economia/fitch-recorta-la-calificacion-de-mexico?fbclid=IwAR2l1SwxmpFjO4gLuXev0gTMbSvWjSR25xMAu26Ho_DvTHDxIYSW-bJMhK4
10 Velázquez, M; Molina, H (2019). Semarnat acepta que desconoce el impacto ambiental del Tren Maya. Consultado en: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Semarnat-acepta-que-desconoce-el-impacto-ambiental-del-Tren-Maya-20190212-0136.html
11 Animal Político (2019). Que es la prensa fifi. Así explica Amlo de donde viene es término. Consultado en: https://www.animalpolitico.com/2019/03/que-es-la-prensa-fifi-asi-explica-amlo-de-donde-viene-ese-termino/
12 Carneiro, C (n.d.) “Eu defendo a tortura” Consultado en: https://web.archive.org/web/20130531142150/http://www.terra.com.br/istoegente/28/reportagens/entrev_jair.htm
13 Virgula (2013) JAIR BOLSONARO ATACA GAYS EM ENTREVISTA: “NÓS, BRASILEIROS, NÃO GOSTAMOS DOS HOMOSSEXUAIS”. Consultado en: http://www.virgula.com.br/comportamento/jair-bolsonaro-ataca-gays-em-entrevista-nos-brasileiros-nao-gostamos-dos-homossexuais/
14 Infobae (2019) La economía de Brasil se contrajo un 0,2% en el primer trimestre. Consultado en: https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/05/30/la-economia-de-brasil-se-contrajo-un-02-en-el-primer-trimestre-su-primera-caida-en-dos-anos/
Luz Paola García Godínez es Licenciada en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey. Ha trabajado en la Embajada Británica en México, en proyectos con la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Cámara de Comercio de China y consultoría. Actualmente es analista político y escritora independiente. Sus áreas de interés se concentran en seguridad internacional, geopolítica, conflicto y desarrollo.
Verónica A. Lira Ortiz es Licenciada en Relaciones Internacionales con especialidad en Gobierno y Transformación Pública por el Tecnológico de Monterrey. Es escritora para Marion West y analista en temas de violencia de género. Sus áreas de interés se concentran en teoría de género, política pública y derecho internacional.
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