Carta al editor
22 FEB 2019
Estimado C. Andrés Torrico:
Le escribo, no solamente para felicitar a usted y todo su equipo por el coraje de emprender con una revista con fines tan nobles, sino también para hablar de la Democracia en Bolivia. Como le escuché decir una vez, la Democracia es “la esencia de un pueblo que asegura el buen vivir en sociedad”, pero ¿qué pasa cuando esta capa invisible se rasga? La respuesta que señala la historia a esta pregunta es siempre la misma: una niebla dictatorial se acerca en busca del poder. Precisamente eso sucede hoy en Bolivia.
"Pido a todos los colegas maestros y padres, que sobre todo eduquemos con amor y valores buenos para la sociedad"
Los valores democráticos se han visto (y están siendo) tan deteriorados que el futuro del país se tornó incierto. Un líder indígena que representó la esperanza de millones de personas se convirtió con el tiempo en un político populista con un hambre desmedida de poder, que ha se ha enceguecido por su propio reflejo.
Hoy 21 de febrero, vi una esperanza en ustedes los jóvenes y las señoritas, me sorprendió ver cuánta gente marchó en defensa del voto por la Democracia. Al final del día, el obrero como el político regresan a casa y ven a su familia, y es precisamente en la familia, en quien uno encuentra fuerzas, para salir a trabajar al día siguiente, con tal de dar techo, pan y escuela. Por eso quiero que la gente entienda que Bolivia debe dejar Democracia a estas generaciones, que ya nos han superado.
Oremos por la unidad de nuestros pueblos y nuestra gente, oremos porque el Gobierno vea a su pueblo a los ojos y se acepte la alternancia, oremos porque tengamos buenos líderes en el futuro, que no nos miren desde arriba, sino que nos miren como iguales.
Para despedirme, pido a todos los colegas maestros y padres, que sobre todo eduquemos con amor y valores buenos para la sociedad. En estos tiempos necesitamos buenos hombres y buenas mujeres.
Atentamente,
M.V.I.
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